Hace unos días viajaba sin saber donde estaba, fui cayendo y sin pensar tus manos abrazarón mi pecado, y lo curarón, es extraño, primero se convirtio en las estrellas del firmamento, luego decendío y en sus manos me perdonó; es un mundo claro sin colores, quizas es como si fuese blanco, es extraño, hay unos ojos que alumbran un camino sin fin, un camino turbio, feróz para el mas valiente de los guerreros e inpensable para el más grande de los cobardes, pero a veces las cosas no son lógicas y el mundo gira al revés, sucedio que el más grande de los cobardes atravezo aquel camino y del otro lado encontró un paraiso de miel y sal, colores por doquier y perfección sin saber, a veces es mejor andar sin saber para donde caminar hací puedes encontrar un paraiso y comenzar a navergar sin nada más importar, es sencillo pensar que todo se volvera a levantar por aquel mundo extraño que tuve que encontrar, sin siquiera caminar, sin siquiera abrir los ojos y volar, es extraño el navegar con solo pensar...
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